¡Hola a todos! ¿Cómo están pasando el finde? Yo estoy super contenta con el frío que estuvo haciendo estos días en Buenos Aires, muy a tono con los posts de la Patagonia :p
Después de haber volado a Punta Arenas (Chile) y haber pasado un día ahí, me tomé un micro a Puerto Natales y me puse a ver qué hacer. La excursión a El Calafate ocurrió un poco por casualidad, considerando que llegué a Natales a las 5 de la tarde del domingo 30-12 y que si bien el 31 iba a haber excursiones, la mayoría de las agencias no aceptaban pagos con tarjeta, las casas de cambio estaban cerradas (sumado a que pagaban muy poco por los pesos argentinos), los cajeros automáticos ya no tenían efectivo y yo no tenía casi pesos chilenos. Por suerte la gente de Turismo Paori ofrecía una excursión de día completo desde Puerto Natales al famosísimo Glaciar Perito Moreno (que estaba en mi lista de pendientes hace mucho tiempo) y aceptaba tarjetas de crédito, así que pagué los 65.000 pesos chilenos con la mía y quedamos en que me pasaban a buscar al día siguiente a las 6 de la mañana.
El Calafate no está tan cerca de Puerto Natales realmente, son entre 6 y 7 horas de micro (y un paso por migraciones de ambos países) que se pueden hacer en excursión o bien tomando un micro de larga distancia ("bus" para los chilenos).
La gente de Turismo Paoli nos pasó a buscar super temprano con el objetivo de que lleguemos primeros a la frontera y no tuviéramos una gran demora ahí. Y lo lograron; estuvimos ahí antes de que abriera -a las 8- y que los demás. Hicimos el trámite de ambos lados y seguimos viaje, que fue muy ameno y que la mayoría aprovechamos para dormir -Marco maneja bien y respetando los límites de velocidad, la ruta está en buen estado y el camino es recto-. Hicimos dos paradas: una para cargar nafta (y comprar alimentos y usar los baños) y otra para levantar a la guía (Pilar) que nos iba a acompañar al parque nacional (y usar los baños otra vez).
Desde la ciudad del Calafate (donde se sumó Pilar) hasta el parque nacional no hay mucha distancia. Desde la entrada del predio hasta el centro de servicios (baños, restaurantes, souvenirs) y el comienzo de los recorridos tampoco, pero el camino es tan sinuoso y con tantas vueltas que varios nos bajamos un poco descompuestos. Igual me compré una empanada de verdura que estaba muy buena (AR$45) y se me pasó. Nos dieron unos minutos por si queríamos ir a los baños o adquirir comida, un par de indicaciones y punto de encuentro para el regreso, y recorrimos el parque.
El parque es muy fácil de transitar ya que todos los caminos están demarcados por pasarelas metálicas con barandas de madera (como pueden ver a la derecha de la foto). Son en su mayoría planas, con algunas pendientes y escaleras en las partes que descienden o suben. Los miradores cuentan con banquitos, en caso de que necesitemos descansar. Cada circuito tiene un color que lo identifica, y especifica su nivel de dificultad en el mapa al comienzo (aunque ninguno es muy exigente).
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Después de haber volado a Punta Arenas (Chile) y haber pasado un día ahí, me tomé un micro a Puerto Natales y me puse a ver qué hacer. La excursión a El Calafate ocurrió un poco por casualidad, considerando que llegué a Natales a las 5 de la tarde del domingo 30-12 y que si bien el 31 iba a haber excursiones, la mayoría de las agencias no aceptaban pagos con tarjeta, las casas de cambio estaban cerradas (sumado a que pagaban muy poco por los pesos argentinos), los cajeros automáticos ya no tenían efectivo y yo no tenía casi pesos chilenos. Por suerte la gente de Turismo Paori ofrecía una excursión de día completo desde Puerto Natales al famosísimo Glaciar Perito Moreno (que estaba en mi lista de pendientes hace mucho tiempo) y aceptaba tarjetas de crédito, así que pagué los 65.000 pesos chilenos con la mía y quedamos en que me pasaban a buscar al día siguiente a las 6 de la mañana.
El Calafate no está tan cerca de Puerto Natales realmente, son entre 6 y 7 horas de micro (y un paso por migraciones de ambos países) que se pueden hacer en excursión o bien tomando un micro de larga distancia ("bus" para los chilenos).
La gente de Turismo Paoli nos pasó a buscar super temprano con el objetivo de que lleguemos primeros a la frontera y no tuviéramos una gran demora ahí. Y lo lograron; estuvimos ahí antes de que abriera -a las 8- y que los demás. Hicimos el trámite de ambos lados y seguimos viaje, que fue muy ameno y que la mayoría aprovechamos para dormir -Marco maneja bien y respetando los límites de velocidad, la ruta está en buen estado y el camino es recto-. Hicimos dos paradas: una para cargar nafta (y comprar alimentos y usar los baños) y otra para levantar a la guía (Pilar) que nos iba a acompañar al parque nacional (y usar los baños otra vez).
Desde la ciudad del Calafate (donde se sumó Pilar) hasta el parque nacional no hay mucha distancia. Desde la entrada del predio hasta el centro de servicios (baños, restaurantes, souvenirs) y el comienzo de los recorridos tampoco, pero el camino es tan sinuoso y con tantas vueltas que varios nos bajamos un poco descompuestos. Igual me compré una empanada de verdura que estaba muy buena (AR$45) y se me pasó. Nos dieron unos minutos por si queríamos ir a los baños o adquirir comida, un par de indicaciones y punto de encuentro para el regreso, y recorrimos el parque.
El parque es muy fácil de transitar ya que todos los caminos están demarcados por pasarelas metálicas con barandas de madera (como pueden ver a la derecha de la foto). Son en su mayoría planas, con algunas pendientes y escaleras en las partes que descienden o suben. Los miradores cuentan con banquitos, en caso de que necesitemos descansar. Cada circuito tiene un color que lo identifica, y especifica su nivel de dificultad en el mapa al comienzo (aunque ninguno es muy exigente).
Nosotros recorrimos sólo los que estaban frente al glaciar (había uno que se adentraba en los bosques) y no tuvimos la opción de tomar una navegación (opcional y con cargo extra en la excursión), porque que como era 31-12 los puestos de frontera iban a cerrar más temprano y nosotros teníamos que volver a Chile antes de que eso sucediera.
El glaciar está increíblemente cerca de las pasarelas y de los miradores; este tipo de vistas no se consiguen en los parques nacionales chilenos, que también tienen glaciares.
A veces se escuchaba un ruido muy fuerte y de repente veíamos que un fragmento de hielo se desprendía del glaciar y caía al lago. No llegué a poder filmarlo (de hecho, tampoco conseguí casi sacar fotos porque mi celular dejó de funcionar unos minutos después de que entráramos al parque) así que van a tener que creerme que el glaciar es increíble y realmente vale la pena visitarlo.
"Hasta ahora tuve la suerte de visitar 20 países, y más de 100 ciudades, y nunca había visto algo tan impresionante", le dije a una coreana indecisa en visitar El Calafate, unos días después. Y si, fue una gran experiencia, que me debía hace mucho tiempo, y que reduce a un solo lugar mi lista de pendientes de la Patagonia Argentina: Puerto Madryn, a la que voy a estar volando en el feriado largo de carnaval (saqué los pasajes ayer, después de haber empezado a escribir este post, en un rapto de determinación y "añoranza" de volver al sur.)
Info general
Yo elegí hacer una excursión de un día, pero pueden decidir ir por su cuenta, o bien cruzar y seguir recorriendo de ese lado de la frontera: me dijeron que El Chaltén es increíble, y queda a solamente tres horas en micro de ahí.
La entrada al parque nacional (que nunca está incluída en los precios de los tours) salía $700 para extranjeros, $360 para argentinos, y $70 para estudiantes (argentinos). Los precios actualizados pueden consultarlos acá. Yo presenté mi tarjeta ISIC para acreditar mi condición de estudiante, pero también pueden hacerlo con una libreta universitaria o certificado de alumno regular emitido por la institución en la que cursen.
El parque nacional, como les decía, vende alimentos (se pueden pagar con varias divisas o tarjeta) que tienen precios un poco más altos que los normales, por lo que también pueden optar por llevar algo comprado en el mismo país, o bien productos envasados -galletitas, snacks-. Como probablemente muchos de Uds. sepan, cuando uno ingresa a un país no puede hacerlo con productos animales o vegetales (una fruta, un sandwich, etc) de otros lugares, ya que pone en peligro el ecosistema local. En el ingreso a Argentina no nos revisaron, pero en la vuelta a Chile nos escanearon nuestras pertenencias y chequearon el bus. Más allá de los controles, recuerden que es responsabilidad de todos nosotros mantener el estado de estos ambientes naturales.
Cuando Uds. -si no son chilenos- ingresan a Chile, les dan un papelito, que van a tener que entregar al salir del país. Bueno, cruzar a Argentina para ver el glaciar, aunque sea en el día, cuenta como salir del país, así que lleven el papelito (¡no sean como yo!). Si vuelven a ingresar les van a dar otro, para presentar cuando dejen Chile.
Y si están viajando con extranjeros, estén al tanto que el ingreso a Argentina tiene un costo ("tasa de reciprocidad") para las personas de países que nos exigen visa a los argentinos (excepto EEUU).
Si tienen alguna consulta, dejenla en los comentarios
y la respondo a la brevedad. ¡Buen finde! :)
Que bueno que pudiste conocer el glaciar! Gracias por la información util. Esta en mi lista de "a viajar"
ResponderBorrarPonelo en los primeros puestos de la lista, que lo vale!
Borrar:D
Que belleza Noe! Me quedó super pendiente viajar a Ushuaia y el Calafate , había tantas ofertas el año antes de venirnos . Pero bueno , con esto me queda más que claro que tendré que planear una ida para conocer el Perito Moreno. Muchas gracias por toda la info !
ResponderBorrarTe mando un besote!
Si Naty! si no tenés mucho tiempo para recorrer, al menos tenés que visitar el glaciar! Ushuaia también tiene lo suyo, y hay vuelos de Aerolíneas Argentinas que te permiten ver ambos destinos al precio de uno :o
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