domingo, 19 de junio de 2022

¿Es seguro viajar a Egipto siendo mujer?

¡Hola a todos! ¿Cómo están pasando el finde largo? Yo volví a Buenos Aires el jueves, después de 2 meses y medio de viaje (y una escala forzada en Asunción por las condiciones meteorológicas). Estos días estuve de mudanza (todavía me falta un montón y ni tengo conexión a internet aún) y ahora me vine a un Starbucks con la notebook a tratar de escribir un post que sintetice lo mejor posible la pregunta que más me hicieron: ¿Qué tan seguro es viajar a Egipto siendo mujer?



Para que tengan un contexto de lo que fue mi viaje en Egipto, les cuento que no fui sola (Ann viajó a El Cairo desde Buenos Aires para sumarse a mi viaje durante esas dos semanas) ni fuimos por nuestra cuenta (sacando el primer y el último día, que estábamos solas, el resto del tiempo nos sumamos a un tour grupal que nos llevó por distintas ciudades y en el que solamente parte del día teníamos "tiempo libre" sin el grupo). No soy una gran fan de viajar en grupos ni con paquetes, pero me parecía que era la mejor opción para este destino. 


El grupo

SEGURIDAD

En líneas generales, Egipto tiene mala fama en tema de seguridad, y se aconseja no salir de las partes turísticas como Cairo, Luxor, Aswan, Alejandría y otras pocas zonas de interés histórico-arqueológico. Como les decía, nos sumamos a un tour (de la empresa G adventures, ya les conté más de esto en otro post) y el resto del grupo eran 4 hombres, 3 de EEUU y 1 de UK, y por pedido de estos dos países, los tours que tuvieran ciudadanos de estas nacionalidades debían contar con una persona de seguridad, además del guía. En algunos tramos de viajes por ruta se nos sumó algún señor árabe trajeado que parecía salido de una película de detectives de los 80, pero esto me pareció una exageración. Sentí que -en la mayoría de los lugares- los egipcios están más que acostumbrados al turista y no van a atentar contra ellos, más allá de cobrarle todo con sobreprecio e insistirles hasta el hartazgo para que compren souvenirs o contraten servicios. No sé qué tan común son los robos (tipo "carteristas" en lugares muy concurridos, más que nada) ya que nadie del grupo sufrió eso. Siendo argentina, claramente yo estaba muy atenta a estas cosas y le decía a los demás que no dejaran sus pertenencias descuidadas, ni las billeteras o celulares en bolsillos traseros, pero no sé que tan necesario era realmente. Con Ann "hacíamos la nuestra", por lo que generalmente no compartíamos mucho tiempo con el resto fuera de las visitas guiadas, salíamos a comer nosotras solas y no tuvimos mayores problemas (manejándonos en zonas turísticas y cercanas).



VENTA AMBULANTE / OFRECIMIENTO DE SERVICIOS

Si hablan con cualquier persona que haya estado en Egipto, van a contarles que -sobre todo en inmediaciones de lugares arqueológicos- es imposible caminar sin que nos persigan para vendernos un souvenir u ofrecernos de pasear en un carruaje de caballos hambreados (e incluso a lomo de camellos, en algunos lugares). También se nos acercaban a invitarnos a entrar a sus negocios. Es super incómodo y cansador, pero no se siente como "peligroso" la mayoría de las veces. Pero esto sí me hizo sentir que es imposible acercarse a los locales con la intención de conocer más de su cultura, ya que para ellos somos billeteras andantes de las que buscan sacar algún rédito económico. Los precios también son otros para nosotros, que no somos locales ni entendemos árabe, y más teniendo en cuenta que casi nada tiene precio fijo/escrito, todo "se negocia", desde un recorrido en taxi hasta una comida local en un mercado.


SER MUJER Y VIAJAR A EGIPTO

Entendiendo las diferencias culturales, Ann y yo antes del viaje compramos varios vestidos largos y pañuelos para cubrirnos el pelo. El guía del tour nos decía constantemente que no hacía falta porque los egipcios respetaban las diferentes culturas y a las mujeres, pero esto era más una expresión de deseo de él (un tipo viajado y culto) que la realidad. Si bien sentí que como turistas no la teníamos tan mala como las locales, y podíamos tomarnos alguna que otra licencia (en los predios arqueológicos donde hay únicamente turistas se veían chicas en short sin ningún problema), esta diferencia turista-local a veces nos jugaba en contra: a los musulmanes nunca se les ocurriría acosar a una de sus mujeres, mientras que sentían que podían tomarse otras libertades con las occidentales. En nuestros días solas en El Cairo con Ann salíamos sin cubrirnos el pelo (de hecho muchas locales no se lo tapaban) pero con jeans o vestidos largos, por más que hiciera mucho calor, en parte para no ser irrespetuosas, y en parte para no llamar la atención: las locales no salen con las piernas descubiertas ni escotes, y los hombres egipcios miran mucho. No quiero ser hipersensible, pero muchas veces me incomodaba darme cuenta que los choferes de los distintos tours nos miraban mucho por los espejos retrovisores, o que los hombres en general se daban vuelta a mirarnos cuando pasábamos. Cómo les decía en Instagram, esto variaba según las ciudades y zonas, pero nos pasó en Alejandría que no pudimos ni caminar tranquilas por la costanera (de día) porque nos abordaban constantemente hombres para ofrecernos de sacarnos fotos (con cámaras profesionales, o con nuestros celulares) o para preguntarnos si nos gustaba la ciudad, lo cual nos asustaba un poco porque ellos siempre estaban en grupos y a veces nos seguían. Ir a los mercados era un desafío, no sólo por nuestro desconocimiento del idioma, sino porque al ser lugares tan concurridos, muy seguido terminaba siendo tocada, incluso estando cubierta. Cuando queríamos ir a estos lugares con Ann coordinábamos con uno o más de los chicos del grupo, ya que así lográbamos que nos abordaran menos, y que nos dejaran tranquilas cuando rechazábamos un producto o un servicio. En las partes más atestadas de los mercados los chicos y/o el guía se nos ponían a cada lado, pero algún que otro local aprovechando la muchedumbre se propasaba de todas maneras.

Justo antes de mi paso por Egipto yo había estado en Marruecos, y también ahí noté que el trato de los hombres a las mujeres era muy distinto dependiendo de si era una local o una extranjera. Si bien ambos países tienen costumbres "liberales" para estándares musulmanes, ellos guardaban distancia y un respeto mucho mayor con las mujeres de su cultura, a diferencia de su trato con las turistas. No digo que hayan sido acosadores ni mucho menos, pero sí que buscaban contacto físico con las turistas (saludos agarrando la mano, llamado de atención/aviso de cruzar la calle tocando el hombro o la espada, pose para fotos con un medio abrazo, etc.) que serían totalmente inapropiados con sus mujeres, en su cultura. Mismo el guía de Egipto elogiaba mi belleza constantemente (no creo ser especialmente bella, pero sí noté que en los países árabes las mujeres muy femeninas y con pelo largo les llaman la atención). No me sentí especialmente incómoda por esto ni en peligro ni nada de eso pero sí me pareció fuera de lugar. A Ann también le piropeaba los vestidos, y en varias ocasiones nos comentó sobre "lo hermosas que son las mujeres de Argentina". En resumen: en mi experiencia los hombres árabes son así, y si vamos a sus países tenemos que ejercitar un poco de paciencia y entender que es algo cultural. Realmente espero que la conciencia de género y los derechos de las mujeres evolucionen en estos destinos, pero todavía lo veo muy lejano, para ser sincera.


Nosotras, el guía y uno de los estadounidenses.

¿SE PUEDE VIAJAR SIN GUÍA?

Me encantaría decirles que sí, pero en mi opinión no. Constantemente nos encontrábamos en situaciones (desde querer tomar un taxi o un bus hasta tratar de comprar telas en los mercados locales) que no podíamos resolver por no hablar el idioma ni manejar los códigos culturales. Quizás si una viaja únicamente por avión, quedándose en hoteles con personal bilingüe que se encargue de llamarle taxis y de la logística en general, contratando excursiones y frecuentando lugares "burbuja" (y preferentemente acompañada por un hombre, claro está) sea un poco más factible, no lo se. Por lo pronto les diría que si que si quieren ir a Egipto, se sumen a un tour.

No me arrepiento de mi viaje, ya que pude conocer lugares que desde chica veía en libros escolares y películas por igual, pero probablemente no volvería a viajar a este destino.

Si tienen alguna duda puntual sobre este u otro tema relacionado a Egipto, dejenlo en los comentarios y lo contesto a la brevedad.

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