jueves, 31 de marzo de 2016

31/03/16 cumpleaños n° 127 de la Torre Eiffel

¿Sabían que la Torre Eiffel es el monumento con entrada paga más visitado del mundo? 

Y probablemente el más reproducido en souvenirs y artículos de decoración e indumentaria, pero de esto no tengo datos estadísticos que me avalen... =P


Amo la torre Eiffel. La primera vez que viajé a París fui del aeropuerto al hotel a dejar las valijas, y de ahí a ver la torre. No era algo que pudiera esperar. No podía creer estar frente a algo que había visto tantas veces en el cine, incluso en la tele y en tantos otros lados. No podía creer que fuera real. Y me causaba mucha alegría caminar por la ciudad y verla de fondo. En ese viaje estuve toda la semana que pasé en la ciudad embobada con esta estructura de metal. Unas semanas antes, la torre había cumplido 125 años, evento que fue publicado en todos lados. Las personas tenemos una extraña tendencia hacia ciertos números, más que hacia otros. La gente celebra más enfásis sus cumpleaños si la cifra es redonda; las parejas celebran como un gran hito en sus vidas los 25 años de casados, y no los 23 o los 32, por ejemplo.

En este segundo viaje a París, casi dos años después, también estuve de visita cerca del cumpleaños de la torre. Particularmente este aniversario me resulta todavía más simpático, ya que 127 es mi número preferido, así que decidí aprovechar la ocasión para contarles una historia que me contaron a mí en París, que probablemente ni sea cierta, pero que me causó mucha gracia, y hasta me pareció verosímil dado el carácter de los franceses, en especial los parisinos. 




Como seguramente ya leyeron alguna vez, la torre fue construída para una exposición a llevarse a cabo en 1889 -el centenario de la revolución francesa-, y con la idea de desarmarse 20 años después. En principio no les gustó a los franceses, que la consideraron una monstruosidad que arruinaba el paisaje. Le encontraron utilidad primero para hacer allí pruebas con antenas de comunicación, luego como emisora de radio, lo que hizo que no fuera derrumbada. Fue el edificio más alto del mundo durante 41 años, y después de la segunda guerra mundial, gracias al turismo internacional, se convirtió en ícono de París, y de Francia. Se cree que hacia 2017 va a alcanzar las 300 millones de visitas.

Pero vamos con la historia que quería contarles:




Dicen los parisinos, que cuando Hitler tomó París, además de maravillarse con la Ópera Garnier y otros atractivos de la ciudad, quiso subir a la cima de la torre a colocar la bandera nazi. Los empleados de la torre cortaron los cables de los ascensores para evitarlo, y se excusaron diciendo que no podían reparar el averío porque, debido a la guerra, no conseguían los repuestos. Hitler, entonces, envió soldados a que subieran la bandera por la escalera y la colocaran en lo más alto... lo cual hicieron, pero debido al gran tamaño de la bandera, y a los fuertes vientos, ésta no duró mucho tiempo allí. Luego un miembro de la resistencia colocaría una bandera francesa, en desafío a la ocupación alemana.

A las pocas horas de que el régimen nazi cayera, los ascensores funcionaban perfectamente, y los franceses pudieron jactarse de que "Hitler tomó Francia, pero nunca conquistó la Torre Eiffel".


¿Conocían esta historia? ¿Qué les pareció?

6 comentarios:

  1. ¡Si conocía la historia, al menos en la primera parte. De hecho, la feria a la que te refieres es a la Exposición Universal de 1889 (como siempre los franceses, rivales de los ingleses, le robaron la sede). Algunos pensaban que era un esperpento de edificio, porque estaba justo entre los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo, pero la dejaron por su utilidad.
    Un dato extra: cuando Ruben Dario va en 1900 a la siguiente Exposición Universal, usó a la Torre Eiffel como punto de mira de la ciudad y el evento; y escribió en sus crónicas: "Visto el magnífico espectáculo como lo vería un águila, es decir, desde las alturas de la torre Eiffel, aparece la ciudad fabulosa de manera que cuesta convencerse de que no se asiste a la realización de un ensueño. La mirada se fatiga, pero aun más el espíritu ante la perspectiva abrumadora, monumental".

    Por cierto, no conozco París, pero es una ciudad que al menos literariamente me apasiona.

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    1. Me encantó tu comentario! A mi también me apasiona París. La primera vez que fui tenía miedo que no fuera tan increíble como me la imaginaba...pero estaba equivocada. París era eso y mucho más. Concuerdo con Rubén Darío. Ojalá la visites pronto =)

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  2. a mi me mata que ellos no la querian ni ver, y ahora es EL icono de su ciudad. Es increible eso!
    La adoro, es unica! yo fui pero de chica, no la pude disfrutar tanto. Quiero volver!

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    1. Muchos franceses, incluso al día de hoy, odian la torre Eiffel. Otros la apoyan incondicionalmente por el mero hecho de que es francesa, he conocido gente en ambas posturas.
      Vos tenés que volver a París con tu marido, París es EL destino para un viaje de pareja! :D

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  3. Excelente esa historia! No la conocía. Cuando nosotros estuvimos en Paris en 2009 pasamos por una exposición en memoria del trabajo de Eiffel, el responsable de esta obra. Me encantó el post.
    Saludos
    Ana

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    1. La Torre Eiffel está rodeadísima de historias, mitos y anécdotas. Tenés fotos de la expo? Me da mucha curiosidad :D

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