Quizás piensen que, teniendo el Coliseo o las Catacumbas, ir a Roma para ver unos estudios de cine no valga la pena. Yo lo hice el último día de mi estadía en Italia, después de haber pasado por todos los atractivos turísticos e históricos clásicos, buscando algo distinto que hacer. Y terminó siendo una de las cosas que más disfruté en esta ciudad.
Acá tienen los precios de las entradas y los horarios de las visitas guiadas al set. Cinecittá tiene dos atractivos: la muestra, de objetos e historia del cine y de los estudios por un lado; y la visita guiada a los sets -que no se pueden visitar por cuenta propia- por el otro. Los tours son en italiano o en inglés -dos veces al día-. Particularmente, recomiendo tomar el de las 11.30 de la mañana -dura poco menos de dos horas-, parar en el café de Cinecittá a almorzar -tiene menúes accesibles, por 9 o 10 euros incluyendo bebida y postre- y después recorrer los edificios que contienen la muestra con tiempo, para poder detenerse a ver el material audiovisual que proyectan. En mi caso, como tenía que irme al aeropuerto temprano, casi no pude dedicarle tiempo a la muestra.


Los estudios Cinecittá fueron creados en los años 30, ideados por Mussolini, con la idea de generar material de propaganda y competir con los estudios de Hollywood. Más de 3.000 películas fueron rodadas acá -entre ellas la icónica "La dolce vita", la famosa "Bellísima" con Ana Magnani o la simpática "Vacaciones en Roma" con Audrey Hepburn- y su historia tiene varios giros: en los años 40 fueron tomados por los nazis y usados como campos de concentración; más tarde fueron bombardeados por los aliados, y luego utilizados como refugio tras la liberación de Roma. En los años 50, finalizada la segunda guerra mundial, los estadounidenses invirtieron en este lugar, que ganó el sobrenombre de "Hollywood sobre el Tíber", y aquí filmaron grandes películas a lo largo de los años -sobretodo en la década del 50-, como Ben Hur, Gladiador o Pandillas de Nueva York más tarde. En la actualidad estos sets se utilizan mayormente para comerciales, series de televisión -desde "Roma" para HBO, hasta la versión italiana de Gran Hermano- o documentales, si bien también algunas partes de películas de grandes presupuestos pueden llegar a grabarse acá, como Zoolander 2, por ejemplo, y otras ambientadas en Roma / Roma imperial. En los 90 se privatizaron estos estudios, y recientemente fueron abiertos al público como atracción turística.